Se veía venir…

Esta entrada fue publicada por primera vez en la Revista Striker en su segunda edición.

Todo empezó el 22 de junio de 2011. Aquel domingo triste y caluroso, el River Plate de Argentina descendía a la B Nacional de su país, por primera vez en su historia.

Fue una sensación extraña. Paradójicamente sentía tristeza y pesar por aquel suceso. ¿No era lógico que un hincha del América de Cali disfrutara del descenso del equipo que le arrebató dos Copas Libertadores? En ese momento no lo fue.

Si River Plate, campeón de Copa y equipo laureado del continente, descendió en su país, ¿por qué el América de Cali no podría correr con la misma suerte?, pensaba yo. Irremediablemente, aquel 17 de diciembre de 2011, sucedió lo que se veía venir: el Gran América de Cali descendía de categoría por primera vez en su historia.

América de Cali quedó campeón en diciembre de 2008 con un equipo lleno de estrellas e ídolos. Inexplicablemente, desde enero de 2009, nuestro equipo del alma no pudo levantar cabeza: en 2009 eliminado en el “todos contra todos” en el torneo apertura y en el finalización (en este último fuimos 18 de 18); en 2010 eliminado en ambos torneos; en 2011, igual, con la particularidad de haber clasificado a las finales, donde fuimos fácilmente derrotados por Once Caldas. Vuelvo y repito: sucedió lo que se veía venir.

El descenso fue una cuenta de cobro que no se había pagado y que llevaba años persiguiéndonos, así cada quien pensara que “eso no tiene que ver conmigo”.

Algún día los dineros calientes del narcotráfico nos iban a sacar factura. Lamentablemente fuimos los únicos que pagamos, pese a que no hubo equipo alguno, en los años 80 y 90, que no tuviera líos en sus arcas. ¡Si están libres de pecado, que tiren la primera piedra!

Así como aquel hombre infiel que cree que su desliz marital no será prevenido por su esposa, hasta que lo atrapan; o como aquella persona promiscua que piensa que eso de las enfermedades venéreas no es con él, hasta que se infecta, el hincha americano creía que eso del descenso, por ser un equipo grande e histórico, no nos iba a ocurrir. Aquel 22 de junio de 2011 supe que sí.